Sólo el 15% de los los hogares en Málaga son unipersonales
Una crisis prolongada que va camino de hacerse eterna en el tiempo, sumada a una tasa de paro juvenil que ronda el 50% son los principales factores que determinan una realidad social que está dejando a muchas personas por el camino y les impide desarrollar un proyecto de vida estable. Con el paso de los años, se van observando distorsiones que cada vez se hacen más visibles. Una de estas es la tasa de emancipación de Andalucía, una de las más bajas de la Unión Europea. El 79% de los jóvenes menores de 30 años no es capaz de abordar el hecho de salir de casa de los padres. Es una de las tasas más bajas de toda la Unión Europea.
Con cifras concretas, de los más de 606.351 hogares que hay en Málaga, solo el 3,3% son de jóvenes de entre 25 y 34 años. Ampliando el baremo a todas las edades, el 15% del total de las viviendas están formadas por viviendas unipersonales. Los más de 60.500 hogares malagueños que están compuestos por familias que viven con sus hijos mayores de 25 años confirman que muchos han tenido que volver. Es el paso más duro. Después de disfrutar de la independencia, tienen que volver a dar explicaciones. No es una situación que se dé solo en Málaga. Según el último observatorio de la Juventud en España, ocho de cada diez menores de 30 años siguen viviendo con sus padres. Un hecho que el estudio achaca a la falta de oportunidades laborales y a los precios de la vivienda que se han vuelto inasequibles. Con los datos del mercado de empleo en mano, el 96,6% las contrataciones de las personas de entre 16 y 29 años lo fueron a través de contratos temporales. Con estas cifras la emancipación parece una utopía.
Los últimos datos del INE reflejan un hecho llamativo. Mientras que son menos los jóvenes que pueden optar a la independencia, suben los hogares con los mayores que se ven solos. En Málaga 52.325 personas mayores de 65 años residen en solitario.
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