Europa Press. Málaga.
Los temores de los becarios de investigación de la Universidad de Málaga
(UMA) se han cumplido. Hace unos dos meses trasladaron su preocupación
ante la posibilidad de que el Gobierno andaluz no llevara a efecto la
orden de enero de 2008 por la que si obtenían el título de doctor,
podían ampliar un año su contrato, y lo cierto es que ya están en el
paro. Su relación laboral terminó el 31 de mayo y siguen sin saber cuál
va a ser su futuro. Eso sí, con la diferencia de que el pasado mes de
marzo, antes de las elecciones andaluzas, la Secretaría General de
Universidades, Investigación y Tecnología del Ejecutivo regional dictó
una resolución con los requisitos necesarios para poder prorrogar este
incentivo.
Ante esta situación, se da la paradoja de que
algunos de estos becarios, que en estos cuatro años han estado adscritos
a la UMA como Personal Investigador en Formación (PIF), siguen
realizando su actividad de investigación, pero sin retribución
económica. Y es que, aunque van a su facultad o al centro
correspondiente para continuar con el trabajo pendiente, ahora lo hacen
sin vinculación laboral con la Universidad de Málaga y estando, por
tanto, en paro.