miércoles, 28 de enero de 2009

La cara más humana de Isofotón

La plantilla se reunió ayer para conocer las últimas novedades del ERE


ROCÍO P. LLAMAS / EFE. MÁLAGA Los trabajadores de la compañía de energía solar Isofotón llevan cerca de un mes sufriendo las inclemencias del temporal, no climático, sino de la empresa que creían indestructible, cuya fortaleza superaba a la mayoría de industrias de Andalucía con actividad centrada en las energías alternativas.


La fatídica cronología de la compañía comienza el pasado mes de noviembre, cuando 170 trabajadores no vieron sus contratos renovados y tuvieron que dejar la planta de producción. Pocos meses después, se produjo el despido improcedente de otra veintena de empleados, esta vez indefinidos. Los representantes del comité de empresa comenzaron a sospechar, y se iniciaron las movilizaciones para evitar lo inevitable. De poco sirvió concentrarse a las puertas de la compañía ante "el temor de la política destructiva de empleo de Isofotón", afirmó en ese momento el presidente del comité de la planta, Juan Francisco Avilés.


Cinco días después los rumores de aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) tomaban forma y, en la actualidad, el recorte afecta al 95 por ciento de la plantilla de la compañía energética afincada en Málaga. Aunque el ERE se perfila como temporal (90 días) y los recortes se producirán tanto en la fábrica de la capital, ubicada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), como en Madrid; sí que es cierto que este drástico reajuste de personal perjudicará en mayor medida a los empleados malagueños.


trabajadores y las cuentas son fáciles si se tiene en cuenta que sólo en la capital se ubican 649 asalariados.Afectados. Los números no deben engañar, detrás de los cerca de 650 trabajadores hay jóvenes que han adquirido una vivienda hace poco, mujeres embarazadas, matrimonios con hipotecas y hombres mayores cuya jubilación se tambalea. La media de edad de la plantilla se acerca a los 32 años y la mayoría tiene una antigüedad mínima de tres años y con contrato fijo. La incertidumbre entre ellos está servida y ponen toda su esperanza en la recuperación de la empresa en estos cuatro meses de ERE.

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